Trabajos.
El campo atrapado.
Tinta china (1987)
El campo empieza a sentirse asfixiado por la gran ciudad, no se reconoce su importancia y a la falta de reconocimiento, suma la asfixia económica y laboral, sus habitantes huyen a la gran ciudad y destinados a una vida suburbana y cruel, para la que no están preparados sufren sus terribles consecuencias.
Un problema endémico de mi país, que lleva muchísimos años sin encontrar solución, se convierte en pesadilla para recién llegados emigrantes internos que descubren lo peor del mundo urbano, convirtiéndose en sus víctimas.
El íntimo cuchillo en la garganta.
Pisan mis pies la sombra de las lanzas
que me buscan. Las befas de mi muerte,
los jinetes, las crines, los caballos,
se ciernen sobre mí...Ya el primer golpe,
ya el duro hierro que me raja el pecho,
el íntimo cuchillo en la garganta..
Jorge Luis Borges.
"El íntimo cuchillo en la garganta". Tinta china en gran formato, realizado en 1985, se concentra en uno de los perfectos versos de este poema de Borges, la muerte en el campo de batalla, en la refriega, en el cuerpo a cuerpo. La muerte como un acto íntimo.
Por supuesto que esta escena es un momento mínimo de todo el poema, pero la importancia de la descripción es insuperable, el poeta define un antiguo y reiterado instante, símbolo de la virilidad olvidada y de la auténtica valentía; a pesar del contraste de los contendientes, ese momento final los une para siempre.
Caballos y tristezas.
Grabado sobre cinc (1986)
"Oí, en boca de pobladores del Norte uruguayo, la voz 'quitanderas', y gracias a un anciano, supe de sus vidas nómadas. Si la fantasía del escritor la trama tejió, la existencia de las vagabundas no es producto exclusivo de la imaginación"...
Finalmente recuerda O dialecto caipira de Amadeu Amaral que registra la voz en cuestión. "Esas vendedoras que él nos presenta -agrega- no eran solamente de 'rapadura' y 'ticholo'. En sus tiendas se encubrían actos perseguidos y condenados, que hacían la gloria de los noctámbulos. Y no sería raro que, perseguidas en épocas pasadas, hiciesen más tarde su vagabundaje de vivanderas deshonestas".
Las Quitanderas, cuento de 1923 de Enriqe Amorim en el que relata la curiosa vida de éstas prostitutas viejeras en el norte oriental.
Autorretrato.
Autorretrato a los catorce años.
Tiempo de caricaturas y retratos, a los trece o catorce empecé a retratar a todo los que me rodeaban y no paré hasta hoy.
Tíos, amigos, padres, abuelos y quien se me pusiera por delante fueron mis primeros intentos.